Carlos Antonio López (1790 – 1862)
Carlos Antonio López Ynsfrán nació en Asunción el 14 de noviembre de 1790. Fue una gran figura política paraguaya entre 1844 y 1862. López ejerció Derecho y fue catedrático de la institución el Real Seminario de San Carlos. En el año 1844, a los 51 años de edad se convirtió en el primer Presidente Constitucional de la República durando su mandato hasta 1854. Luego de dicho período fue reelecto dos veces, la segunda vez fue entre 1854-1857 y la tercera entre el 1857-1867 período que quedó interrumpido debido a su fallecimiento el 10 de septiembre del año 1862.
Don Carlos Antonio López influyó de manera esencial en la historia del Paraguay. López logró sacar al país del período de inactividad en el que se encontraba luego de la dictadura de Francia. Encabezó una de las administraciones más tranquilas y constructivas que ha tenido el Paraguay hasta entonces. Visionario de temperamento tranquilo y pacífico por naturaleza López encaminó nuevamente a nuestro país y lo convirtió en la envidia de nuestros países vecinos.
1.1 Vida familiar
Cuando contaba con aproximadamente 30 años de edad, López conoció a una rica heredera de 19 años, llamada Juana Paula Carrillo Viana, hija de Don Pedro Ignacio Carrillo y Doña María Magdalena Viana, nacida el 18 de junio de 1807 y fallecida el 12 de julio de 1872. Doña María Magdalena Viana, luego de quedar viuda de Don Pedro Carrillo, se caso con Don Lázaro Rojas de Aranda, un hombre de gran fortuna. Fue padrino del Mariscal Francisco Solano López carillo, a quien dono el predio donde López mando edificar su residencia, actual Palacio de Gobierno.
Carlos Antonio López y Juana Carrillo Viana, contrajeron matrimonio en Asunción. Al poco tiempo del casamiento empezaron a venir los hijos: Francisco Solano, Inocencia, Venancio, Rafaela y Benigno. Existe una corriente que sostiene que Francisco Solano López era en realidad hijo de Lázaro Rojas de Aranda, pero esto no fue cabalmente comprobado.
1.2 Aporte
Carlos Antonio López creía en el progreso por etapas o niveles. Tendría que instruir y educar al pueblo mediante un entrenamiento progresivo, sabía que sería un proceso largo y estaba dispuesto a dirigirlo. Prudente y decisivo inició al pueblo en el goce limitado de algunas libertades, pero siempre con suma cautela. Le preocupaba el retraso del país en cuanto a tecnología, educación, economía y salud. Con el propósito de levantar la economía paraguaya contrató ingenieros y técnicos ingleses que vinieron a transmitir sus conocimientos a nuestros compatriotas. López seleccionó a algunos hombres paraguayos que creía capaces y les concedió cargos importantes para que éstos aprendieran de los británicos. De esta manera durante su gobierno creó el primer tramo del Ferrocarril Nacional, la Flota Nacional, colaboró también con los Altos Hornos de Ybycuí y el desarrollo del Arsenal, incrementando así la producción y el comercio.
Además creó más de 300 escuelas de enseñanza gratuita y obligatoria mejorando así la educación. Se creó también el himno Nacional, lo que ayudó a despertar el sentimiento nacionalista y el patriotismo en los corazones paraguayos. Se dio lugar a la reforma de la agricultura y finalmente fue concedida la ciudadanía a los indígenas en 1848. Se fundó también el periódico “El Paraguayo Independiente” y se instalaron varias imprentas.
En cuanto a la parte político- económico, firmó tratados comerciales con Francia, Estados Unidos y Reino Unido. También dio un nuevo impulso a las obras públicas y subió el presupuesto de la contratación personal con el fin de disminuir el desempleo.
Ley que establece la administración política de la República del Paraguay
El Congreso reunido en 1844, creó la Presidencia de la República, por medio de la ley que establece la “Administración Política de la República del Paraguay”. Según el Doctor Manuel Domínguez, un constitucionalista, López, a través de esta ley creo los tres órganos del Estado: los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
El Poder Ejecutivo: un presidente, electo por el Congreso, duraba 10 años con sus funciones, y podría ser reelecto. Debía ser ciudadano natural, católico, ser mayor de 45 años de edad y ser propietario del Fuero Civil.
El Poder Legislativo: constituido por el Congreso compuesto de 400 diputados. Se reunía ordinariamente cada cinco años.
El Poder Judicial: a cargo del Juez Superior de apelaciones, un juez en lo criminal, dos jueces en lo civil, y jueces de paz, eventualmente jueces comisionados para resolver casos específicos.
Especial importancia requiere el tratamiento de las “causas reservadas” que consistían en juicios que se realizaban por traición a la patria y subversión. En este caso caían en la jurisdicción del presidente de la República lo que implicaba que éste se constituyera en juez y parte.
Esto implica un gran desequilibrio entre los poderes del Estado debido al Poder Ejecutivo, sobre el Legislativo y el Judicial.
Según algunos analistas esta característica del gobierno respondía a necesidades derivadas del momento histórico que se estaba viviendo en el país. Con sus defectos y limitaciones, esta ley, considerada como una Constitución Nacional, fue un paso importante en la estructuración de la institucionalidad del Paraguay, con algunos defectos, creó las condiciones necesarias para la organización del trabajo, de la economía y de la educación nuestro país.
El congreso de 1857 modificó esta ley organizativa del Estado permitiendo a los militares a acceder a la presidencia de la República y estableciendo los 30 años de edad como la edad mínima para ello. De esa manera, se preparaba el acceso de Francisco Solano López como sucesor de su padre en el cargo.
La educación paraguaya
Durante la dictadura de Francia, solo existían unos 140 maestros en el país y escasas escuelas. Ésta fue una preocupación grave para López al asumir al cargo de Presidente, por lo que decidió crear una escuela superior, a la que llamó la Academia Literaria, en donde se enseñaba filosofía, latín, castellano, lógica, metafísica, ética, etc. También contrato maestros de Buenos Aires y promovió la educación a niños pobres.
Carlos Antonio López continúo con su obra a favor de la educación pública. La Constitución de 1844 establecía que entre las atribuciones del presidente se encontraba la de promover y fomentar los establecimientos de la educación primaria y los de Ciencias Mayores. También fundó un colegio de segunda enseñanza donde se enseñaba geografía, historia, francés, inglés, literatura española, derecho civil y filosofía.